lunes, 20 de octubre de 2008

Que puedo decir de mi madre…

sólo puedo…

Dejarla hablar…porque hay un pasado lleno de vivencias y verdades.

Dejarla contar…porque tiene necesidad de sentirse escuchada.

Dejarla vivir…porque ama y su corazón aun late.

Dejarla equivocarse…porque tiene derecho a seguir creciendo.

Dejarla cuidar su imagen…porque la vejes viene sola.

Dejarla orar…porque camina de la mano con Dios.

Dejarla escribir su historia…porque hay un libro de la vida con su nombre.

Pero no puedo dejar de amarla…por su habilidad de controlar sus sentimientos.

Por su perseverancia en cumplir sus metas.

Por tomar decisiones y sostenerlas.

Por su capacidad de encarar los disgustos y frustraciones.

Por el simple hecho de haberme dado la vida y no abandonarme.

Te amo vieja, porque desde que soy madre entendí lo que significas para mí.



Mi vieja es una gran persona, con defectos y virtudes, como todo el mundo.

Luchadora, sincera, agradable, con un sentimiento profundo por lo que ama.

Leal y amiga de fierro, nunca te pedirá nada a cambio. Atractiva y sensual.

Confiable, desinteresada, lo que le des esta bien.

Sus ideales y su moral van de la mano de la justicia.

Reservada de su vida privada. No tiene grises, o es blanco o es negro.

A veces provoca pequeñas peleas por cosas simples porque tiende a preocuparse por todos. Pero por lo general es tranquila.

Como buena madre que es, sobreprotege a sus hijos, siempre dispuesta, sin prejuicios, nos dio libertad para elegir lo que queríamos en la vida a pesar de sus ilusiones.

Es bastante paciente pero si la enojas se volverá intolerante.

Aunque no es de confiar en la gente, si le agradas podrás contar con su lealtad y será incondicional. Pero no la defraudes.

Se adapta muy bien a los cambios pero le gusta estar bien, el confort y la buena mesa.

Ama a su familia y dará la vida por nosotros. Jamás se rendirá, aun desfalleciendo peleará por sus seres queridos.

Sufrió mucho en la vida pero supo salir adelante en cada situación. Pasó hambre y se bancó que su padre no le dejará nada por su condición de separada, para que el marido no le pidiera la parte. Hoy, en pareja con su gran amor, disfrutan de los placeres que Dios le permite tener.

Nada podrá hacer que vuelvas a esos tiempos difíciles. Porque vos te lo ganaste, porque vos te lo mereces. Es justo que así sea.

miércoles, 15 de octubre de 2008

Abuela...

Con sus 83 años tiene una lucidez y una salud como el primer segundo de su vida. Dinámica, cautivante, protectora, demandante, supo llevar su hogar a pesar de todo. Se enamoró de un solo hombre en toda su vida, que la traicionó en su fidelidad. Su separación la marcó, es una herida que no cierra. Preocupada siempre por los demás. Creo, que es un recurso para salir del abismo de su propio yo. Firme en sus decisiones ha dejado huellas en su andar. Su prioridad fue su casa y los niños. Crió sus tres hijos y cuatro de sus siete nietos, exigiendo disciplina y respeto. Siempre fuimos su debilidad, tanto que le costó su matrimonio. De una apariencia rígida y sociable a la vez, detrás se oculta una mujer frágil y sensible. Tan fuerte por fuera, tan débil por dentro, pero nunca dejó que controlaran su territorio. La vida la golpeó mucho, amó a su padre Agustín y fue muy compañera de su hermano Cipriano, era la mayor de nueve hermanos del segundo matrimonio de su padre. En total fueron once, cinco varones y seis mujeres. Nada la derrumbó, siempre supo cómo salir de cada situación. Polémica, con palabras agudas que te cuestionan. Imaginativa, pasional, intuitiva aunque muchas veces se equivoca porque está siempre pensando mal. Interpreta todo lo que escucha de acuerdo a su conveniencia y lo que no entendió, lo inventa. Difícil de llevar, todo tiene que pasar por ella, le molesta si no la consultan o si la dejan en segundo lugar. Tuvo que aprender a callar pero te fulmina con la mirada si no le gustó lo que dijiste o hiciste. Ermitaña, pero reclama compañía. De una memoria ágil. No olvida nada y cuando puede te lo recuerda. Ácida. Aun así la quiero igual. Tiene cosas que me identifico, será por eso que no me puede doblegar. Sabe que si me trata mal es peor para ella porque no me callo y la enfrento. Su dominio tiene límites conmigo. A pesar de todo, de su carácter y su vehemencia la quiero con toda mi alma. Se que el día que no esté mas, voy a extrañarla mucho.

Abuela, no se cual era tu expectativa sobre mí, espero no haberte defraudado. TE AMO.