En el I Ching está representado por la energía yang, que simboliza lo creativo.
Su apariencia es fantasmagórica, en Oriente es sinónimo de buena suerte y prosperidad a diferencia de Occidente que se lo considera una criatura malévola que hay que destruir o vencer.
Ser dragón es un orgullo en China. Apabulla encandila, su personalidad jamás pasa desapercibida.
Es innovador, visionario, pionero, locuaz, divertido, sensual, tiene chispa, humor, enamora y cautiva.
cuando se enoja escupe fuego por la boca y sus llamaradas pueden disolver la Muralla China para atrevesarla y conseguir lo que se propone.
Para plasmar su talento necesita disciplina, orden y una vocación que lo mantenga entretenido y ocupado.
Es una usina hidráulica, un manantial inagotable, un volcán siempre encendido, duerme poco, sueña mucho y planea sobre los mortales para aterrizar y recolectar lo que sembró con creces.
El entusiasmo que genera es contagioso, irradia seguridad y creatividad.
No soporta la rebelión, es vanidoso, orgulloso, valiente, ansioso, arriesgado, protector, amante de la buena vida.
Amigo incondicional, capaz de dejar todo si se lo llama por algo importante.
Ambos sexos son pólvora, basta entrar en su campo magnético para sentir su atracción física que despiertan.
Buenos amantes, esposos ejemplares, estarán siempre listos.
Mágicos, polémicos, adorables e insoportables.
Su capacidad de trabajo, su creatividad y organización unidas producen un dragón Superman.
Blanco o negro, jamás se detiene en los intermedios.
A veces su verborragia esconde sus complejos.
Está siempre a la defensiva y ataca antes de que se acerquen a su territorio.
Impredecible, desestructura con precisión estratégica.
El Dragón de Madera tiene una apariencia relajada y serena. vital audaz, melancólico y sensible.
Se rodea de gente de todos los colores y de vez en cuando se escapa al campo y hará retiros espirituales.
Y un condimento más, por el horario en que nací soy con ascendente en Búfalo: previsor, mental, original. Buscará la justicia absoluta y tendrá la virtud de ensamblar el coraje y la paciencia.
