jueves, 18 de septiembre de 2008

Que no te de vergüenza

Los tiempos han cambiado y sobre todo en la crianza de nuestros hijos, eso nadie lo puede negar, pero somos consientes por qué?
El trabajo, el dinero, las comodidades, las despreocupaciones, las libertades, el no querer asumir que los años nos pasan, todo influye en este cambio. Y para poder tener todo permitimos muchas cosas sin calcular sus consecuencias.
Lo peor de todo es no saber decir que no a nuestros hijos.
Por qué somos tan permisibles a la hora de negar una salida, un gasto o una mala actitud.
Los caprichos de los niños o adolescentes son antojadizos y actuados en forma premeditada para conseguir lo que pretenden.
Muchas veces, para no escucharlos protestar, se les permite que hagan lo que se les antoja. Es una forma de sacarse el problema de encima lo más rápido posible para disfrutar del tiempo libre. Me refiero a tiempo libre a las horas fuera del trabajo.
Hay padres que trabajan todo el día y cuando llegan a su hogar se excusan que están cansados y solo les interesa descansar.
La falta de conversación entre los integrantes de la familia, el televisor a la hora de comer, el trabajo y las horas fuera de la casa, el poco interés de saber cómo están los demás o qué necesitan porque total otro lo hace, todo lleva a que se desobligue de la responsabilidad de ser padres.
Decir que no, no significa que tus hijos piensen que sos malo o que no vas a tener tiempo para estar con tus amigos. Significa que no estas dispuesto a que les sucedan cosas malas por no saber decirles que no. Significa que cuando ellos sean grandes como vos entenderán tu actitud y te lo agradecerán. Significa que cuando tus hijos se reciban de algo estés orgulloso y sientas un nudo en la garganta de la emoción. Significa que copiarán tus buenas acciones y no sentirán vergüenza de lo que hiciste. Significa que no vas a estar solo cuando seas viejo. Significa que ser padres es ser el referente y la garantía del futuro de tus hijos. Porque ellos son nuestra continuidad, nuestra descendencia a nuestra imagen y semejanza.
Pensalo…no te vas arrepentir por decir que no a tiempo. No solo vas a ganar tranquilidad también amor y respeto. Ellos te lo van agradecer con palabras o con gestos. No importa el cómo, lo importante es que siempre seguirán estando juntos y vas a sentir que te aman por como fuiste y sos con ellos.
No te olvides de besarlos, de acariciarlos, de escucharlos y aconsejarlos. Disfruta de ese abrazo, siéntelo y sabrás cuánto te aman. Míralos a los ojos cuando hablan y verás cómo te escuchan.
Que no te de vergüenza que tus hijos sepan que los amas y que estas ahí para cuidarlos y guiarlos en la vida. Que tus consejos son para bien de ellos y tranquilidad para vos.
Pero no lo hagas para no tener cargo de conciencia cuando les pase algo. Hazlo para sentirte feliz, querido, útil!
No esperes a que se vayan para darte cuenta que ya no están a tu lado. Será demasiado tarde y lo lamentarás.

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